¿Por qué fumar causa cáncer de pulmón?

Fumar y cáncer de pulmón casi siempre se consideran sinónimos, y hay mucho de verdad en eso. De hecho, el mayor riesgo del tabaco de desarrollar cáncer de pulmón es uno de los efectos nocivos para la salud más básicos que se conocen.

¿Cómo fumar causa cáncer?

El humo del cigarrillo está cargado de sustancias químicas que actúan como venenos para el cuerpo. Tras la inhalación, estos químicos venenosos ingresan al torrente sanguíneo, desde donde conducen a diversas enfermedades, incluido el cáncer. El pulmón, por supuesto, sigue siendo el órgano más fácilmente afectado. El humo del tabaco transporta más de 7000 sustancias químicas, 250 de las cuales se sabe que son venenosas. 69 de estos 250 químicos tienen propiedades cancerígenas. Echemos un vistazo a las diferentes formas en que fumar conduce al cáncer de pulmón:

• • Daño en el ADN – Se sabe que las sustancias químicas del humo del cigarrillo, como las nitrosaminas, el benceno, el benzo(a)pireno, el níquel y el arsénico, y el polonio-210 tienen propiedades cancerígenas. Estos químicos dañan el ADN de los genes que ayudan a proteger contra el cáncer al unirse al ADN o al interferir con los procesos celulares que ayudan a reparar el ADN dañado.

• • Debilitamiento del sistema de defensa del organismo – Hay varias formas en que los químicos en el humo disminuyen el mecanismo de defensa del cuerpo. Por ejemplo, el formaldehído destruye los revestimientos capilares de las vías respiratorias, lo que evita que sustancias extrañas lleguen al tracto respiratorio inferior. El humo también suprime la acción de las células que previenen la proliferación celular anormal (o cáncer). El cadmio en el humo inhibe la acción de las proteínas desintoxicantes en el cuerpo.

• • exposición a largo plazo – Los fumadores se exponen a altos niveles de toxinas a lo largo de los años. Aunque el cáncer tarda años en desarrollarse, los altos niveles de sustancias tóxicas en el cuerpo de un fumador dificultan el manejo de sus efectos nocivos. El daño a las células pulmonares y su ADN se acumula a lo largo de los años para convertir estas células en un estado canceroso.

• La naturaleza adictiva de la nicotina – La nicotina, principal componente presente en las plantas de tabaco, es realmente adictiva. Cuando se inhala, ingresa a los pulmones, se transfiere al torrente sanguíneo y llega al cerebro en segundos. La nicotina de los cigarrillos y otros productos crea una adicción muy similar a drogas como la cocaína. Esto hace que a muchos fumadores habituales les resulte difícil dejar de fumar, incluso si lo desean. El uso habitual a lo largo del tiempo aumenta el riesgo de cáncer.

Entonces, ¿ayuda dejar de fumar, incluso para un fumador de mucho tiempo?

La buena noticia es que ¡sí! Dejar de fumar es el primer paso para reducir el riesgo de cáncer. Puede que no sea fácil y que requiera ayuda externa, pero los beneficios para la salud superan con creces los efectos nocivos:

• • Los niveles de monóxido de carbono en la sangre vuelven a la normalidad dentro de las 12 horas posteriores a dejar de fumar.

• • La función pulmonar y la circulación comienzan a mostrar mejoras dentro de las 12 semanas posteriores a la interrupción.

• • Dejar de fumar durante 10 años reduce el riesgo de cáncer de pulmón a la mitad del riesgo de un fumador y también reduce el riesgo de otros tipos de cáncer.

• La esperanza de vida aumenta independientemente de la edad a la que una persona deja de fumar; sin embargo, el beneficio es mayor si la persona se va antes.

¿Qué pasa con una persona que ya tiene un diagnóstico positivo de cáncer de pulmón? ¿Esta ayuda se detendrá ahora? La respuesta es sí, dejar de fumar durante el tratamiento ayuda al cuerpo a responder a la terapia y recuperarse más rápido, además de reducir el riesgo de otras infecciones e insuficiencia respiratoria. Los pacientes con cáncer que dejan de fumar también reducen el riesgo de cáncer recurrente o de un segundo cáncer en un momento posterior. ¡Más vale tarde que nunca!